Saltar al contenido
Inicio » Las 4 estaciones en Menorca

Las 4 estaciones en Menorca

  • por
las 4 estaciones en menorca

Menorca es única, pero en cada época del año nos muestra una cara diferente. La isla está llena de matices y contrastes que han cambiado de fisonomía en los últimos meses.

La isla se disfruta intensamente a lo largo de todo el año, gracias a su oferta gastronómica, cultural, de turismo activo y a su patrimonio natural.

Verano

El verano en Menorca es una experiencia única. Sus playas y sus calas muestran su cara más paradisíaca.

¡Pero no solo es una isla para relajarse en la arena, Menorca ofrece mucho más! Desde las propuestas para disfrutar de actividades en el mar, hasta los atardeceres, las puestas de sol, el maravilloso ocio nocturno, su artesanía y los mercados locales, el ambiente en las calles y su apasionante cultura.

 

Otoño

Menorca saca a relucir en otoño sus últimos días de sol y playa y aparece para ser el momento perfecto, al igual que la primavera, para el turismo activo y de deportes en la naturaleza. En esta época del año, la isla invita a visitar sus calles, sus museos y galerías de arte, la isla también acompaña a descubrir lugares insólitos, vivir experiencias de primera mano en queserías o bodegas y por supuesto, a disfrutar con calma de su excelente gastronomía.

 

 

Invierno

 

A partir de diciembre, y hasta marzo, la isla se mantiene pausada y calmada. El famoso viento de tramontana moldea el paisaje y la naturaleza se muestra salvaje. El invierno es el momento idóneo para visitar y recorrer todos los pequeños pero preciosos rincones de Menorca, hacer la ruta de los 7 faros, a la misma vez que se puede aprender de la ancestral cultura talayótica, y por supuesto disfrutar de la magnífica gastronomía y las fiestas tradicionales, como la diada de Sant Antoni.

 

 

Primavera

Las temperaturas que acompañan dicha estación acompañan a darse el primer baño del año, y hacen de Menorca la isla perfecta para practicar deportes al aire libre, como cicloturismo, senderismo, observación de aves o excursiones a caballo. Dichos deportes invitan a la primavera menorquina a tener el escenario perfecto en su máximo esplendor. En esta época, Menorca suena a jazz y ópera y sabe a formatjades típicas de Semana Santa.